miércoles, 28 de septiembre de 2011

ARTÍCULO | La silla o el rincón de pensar


Se trata de una aplicación de técnica que denominamos tiempo fuera. Consiste en sacar al niño de la situación de refuerzo ante una conducta inadecuada y darle un tiempo para que reflexione. Así entenderá que resulta más divertido estar jugando con los demás que retirarse a un rincón o a una silla para pensar en lo que ha sucedido.

Antes de aplicar esta técnica hay que decidir un lugar para aislar al niño y que reflexione. No debe ser una habitación con juguetes o con televisor, porque asó es difícil obtener resultados. Por supuesto, tampoco se trata de asustar al niño en una habitación con poca luz. El tiempo que debe estar en el rincón o en la silla de pensar depende de su edad: basta con un minuto por cada año del niño.

A continuación vemos cómo se aplica esta técnica con un ejemplo: Juan está jugando con su hermana, la empuja y le quita su juguete. 
  1. Se avisa a Juan de que su comportamiento no es adecuado con un tono firme, pero evitando gritar. En todo momento los padres han de estar convencidos de que Juan va a cambiar su comportamiento. Así se le transmitirá con el tono de voz. 
  2. Si se repite la conducta, se le vuelve a decir con la misma firmeza que su comportamiento no es adecuado y que, si lo vuelve a hacer, irá  a la silla o al rincón para pensar en lo sucedido. 
  3. Si Juan vuelve a pegar a su hermana, de forma muy tranquila se le coge de la mano y se le lleva a la silla o el rincón para que piense en su comportamiento. Se le informa de que se quedará allí hasta que le vayamos a buscar para que pida perdón a su hermana. Es muy importante mantener en todo momento la tranquilidad y no elevar el tono de voz. Evitaremos entretener al niño cuando esté en situación de tiempo fuera. 
  4. Una vez finalizado el tiempo, se le dice al niño que pida perdón o bien que lleve a cabo alguna conducta que arregle la situación.
  5. Es muy importante premiar el hecho de pedir perdón. Todas las técnicas de extinción de conductas no deseadas deben ir acompañadas del refuerzo de las conductas positivas para conseguir el efecto deseado. 
El rincón de pensar es una técnica que se puede aplicar tanto en casa como fuera. Por ejemplo, si el niño está en el parque y pega a algún amigo, le tira arena o le quita un juguete, se le puede sentar un tiempo en un banco a pensar en lo ocurrido.

Una de las dificultades que se encuentran los padres al aplicar esta técnica es que el niño se levanta continuamente de la silla o deja el rincón y van donde están ellos o los amigos. En este caso, sin decirle nada, se le coge de la mano con tranquilidad, se le vuelve a acompañar al lugar y, una vez allí se le dice: "Tiene que estar aquí sentado, pensando en lo que has hecho, hasta que yo vuelva a buscarte".

Si resulta muy difícil que el niño permanezca sentado y todos los intentos para conseguirlo son inútiles, deberemos abandonar la técnica ya que puede convertirse en un juego para el pequeño, y probar con otra estrategia.

Algunos niños aprenden rápido la lección y, nada más llegar al rincón o a la silla, piden perdón. Evidentemente saben que es la única manera de evitar pasar un tiempo en el rincón. Si este comportamiento empieza a ser frecuente, hay que reforzar el hecho de que pida perdón, pero indicándole que deberá cumplir el tiempo establecido en el rincón o la silla.

Una vez que ha pedido perdón y realizado su tarea reparadora, el episodio ha terminado y ya no hay que recordarlo; es el momento de empezar de cero y jugar con el niño o hacer que juegue con sus hermanos o compañeros como si nada hubiese pasado. Ya ha tenido su consecuencia.

FUENTE | El manual de Supernanny, Ed: El Pais, 2007

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