martes, 28 de marzo de 2017

DE EXCURSIÓN | Nos convertimos en mineros en la Mina Costanaza de Logrosán


Hace unos días disfrutamos de una nueva salida al entorno que queremos compartir con todos vosotros. Se trata de una visita que nos encantó, por su enclave y también por la explicación de sus monitores.


Visitamos la Mina Costanaza situada en un pequeño pueblecito de la provincia de Cáceres en Extremadura. Esta mina estuvo muchísimos años abierta, y en ella se extraía un mineral que se llamaba fosforita que servía para crear entre otras cosas el abono que se utilizaba para sembrar. 


En la mina visitamos el laboratorio donde pudimos ver algunos instrumentos que utilizaban las personas que allí trabajaban. Nuestra guía fue Paqui, que nos explicó todo con muchísima atención y cariño. Paqui nos contó que la hija de un señor que había estado trabajando en la mina, les donó algunos utensilios que su padre utilizaba allí y lo mejor de todo es que ¡pudimos verlos con nuestros propios ojos!



La visita fue muy interesante, porque aprendimos cómo eran las condiciones de los trabajadores de la mina. Algunos morían muy jóvenes debido a enfermedades que había por el polvo de las explosiones para sacar el mineral. 

Pero la parte más divertida y que nos gustó mucho más fue poder ver una mina por dentro ¡nos sentimos auténticos mineros! 


La mina de Logrosán es una de las pocas minas visitables que hay en nuestro país. Fue una de las minas más importantes a nivel europeo durante el tiempo que estuvo abierta. Esta mina tiene más de diez niveles, aunque solo son visitables los dos primeros, puesto que era una explotación que se inundaba y de la que había que ir sacando el agua. 

Antes de la visita, Paqui nos dio los cascos de mineros, que debíamos llevar siempre puestos para que no nos ocurriese nada. Después nos llevó hasta el ascensor. Este ascensor nos bajó directamente al primer nivel de la mina. Cuando bajas, se siente mucho frío y pudimos comprobar una de las cosas que aprendimos durante este trimestre en Ciencias Sociales y es cómo el agua se filtra por las rocas. 


Paqui nos contó que por el hueco del ascensor que nosotros habíamos bajado bajaban los hombres a trabajar a los niveles de la mina. Bajaban en grandes jaulas metálicas de unas 10 personas y aprovechaban cuando el ascensor bajaba para subir otro módulo con agua desde el interior de la mina, así iban drenando el agua. 

Nada más entrar a la mina podemos ver un altar con una pequeña virgen y dos candiles de pico de pato. Además Paqui, nos fue conduciendo por todos los recovecos de la mina. ¡Qué pasada! Nos encantó a todos poder sentirnos como auténticos mineros. 

La mina tiene pequeños rincones que son una maravilla y además tiene efectos especiales porque puedes oír las explosiones o cómo picaban los mineros en los distintos filones. Además, pudimos observar las betas de los filones en las paredes de la mina, y cómo unos expertos mineros han construido la estructura para que la roca no se venga abajo. 


La parte que más nos gustó fue la inferior, donde sentimos mucho frío y pudimos ver una gran balsa de agua. Era precioso. Además observamos un pico que utilizaban los minero que estaba allí... ¡era de esa época! 

Fuimos avanzando por la mina hasta que nos encontramos una gran sorpresa y es que íbamos a abandonar la mina ¡como lo hacía el mineral, en vagonetas! 


Paquí nos fue dando las instrucciones y montamos en grupos de cuatro en la vagoneta. Abandonamos la mina como lo hacía la fosforita. 



Fue una excursión genial. Os recomendamos a todos la visita, porque es un lugar que está dentro del Geoparque Mundial Villuercas-Ibores-Jara y tiene otros muchos lugares interesantes que visitar. 

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